Inspirada en la piel del tiburón, la película AeroSHARK es una lámina adhesiva biónica que se fija al fuselaje y a las góndolas de los motores del avión. Con ranuras micrométricas a escala, denominadas ‘riblets’ esta película imita las cualidades hidrodinámicas de esos elegantes predadores marinos.
Gracias a la minimización de la resistencia a la fricción, se logra reducir el consumo de combustible en su vuelo.
Lufthansa ya ha completado la introducción de la tecnología Aeroshark en toda la flota Boeing 777 de SWISS.
Paso a paso, Lufthansa Group se aproxima así a su objetivo de guiar al transporte aéreo hacia un futuro más sostenible. El propósito es alcanzar un balance neutro de CO2 en 2050 y reducir a la mitad las emisiones netas de CO2 para 2030, frente a las de 2019.
En la web de Lufthansa Group en el ámbito de la protección del clima puedes consultar información adicional en torno al tema “sostenibilidad”. #MakeChangeFly